La gestión de la diversidad religiosa en el País Vasco

El pasado 2 de marzo, se celebró en la Universidad de Deusto en Bilbao la I. Jornada sobre Diversidad Religiosa y Convivencia. Durante la misma, se presentó el Informe sobre gestión positiva de la diversidad en el País Vasco que el Gobierno Vasco solicitó al Instituto de Derechos Humanos Pedro Arrupe de la Universidad de Deusto y la Fundación Social Ignacio Ellacuría.

Fundación Ellacuría

El informe sobre gestión positiva de la diversidad religiosa en el País Vasco contiene una descripción de las principales problemáticas, necesidades y demandas de las confesiones religiosas presentes en Euskadi y ofrece propuestas y medidas concretas para la gestión pública de dicha diversidad.

Las necesidades identificadas al igual que las propuestas planteadas se estructuran en torno a trece grandes temáticas vinculadas a los ámbitos social, sanitario, educativo, laboral, urbanístico, mediático e institucional. Para aglutinar algunas de las medidas planteadas, el informe incorpora una primera recomendación de carácter global consistente en el desarrollo de acuerdos marco de cooperación entre la administración pública vasca y las diferentes confesiones que gozan del reconocimiento de “notorio arraigo”, siguiendo asimismo el modelo estatal.

El informe contiene por otro lado un anexo con una propuesta de Anteproyecto de ley de centros de culto. La norma proporciona a las administraciones locales pautas y criterios de referencia para el abordaje de las demandas derivadas del ejercicio del derecho a la libertad religiosa de aquellas comunidades que deseen disponer de espacios de culto, en armonía con el principio de no discriminación. El texto prevé las medidas necesarias para que se establezcan por las administraciones competentes las reservas de suelo destinado a albergar equipamientos comunitarios para usos religiosos y se fijen las condiciones técnicas y materiales imprescindibles para la apertura y utilización de dichos equipamientos en condiciones dignas.

El anteproyecto de ley ha sido sometido a información pública por parte del Gobierno Vasco.

Gestión positiva de la diversidad religiosa. ¿Por qué y cómo?

La libertad religiosa es un derecho recogido en diferentes normas jurídicas internacionales y ordenamientos nacionales. La Declaración Universal de Derechos Humanos recoge en su artículo 18 el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, teniendo asimismo  “la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la practica, el culto o la observación.” Tal derecho viene recogido también en otras normas internacionales y europeas.  Así por ejemplo la Convención Marco para la Protección de las Minorías Nacionales en vigor desde 1998, reconoce explícitamente a las personas pertenecientes a una minoría nacional el derecho a manifestar su religión o creencias y obliga a los Estados a tomar medidas para fomentar el conocimiento de la religión de sus minorías.

A nivel del Estado español, la Constitución de 1978 reconoce la libertad religiosa dentro del capitulo dedicado a los derechos fundamentales, tanto a los individuos como a las comunidades. Por otro lado, la Ley Orgánica de Libertad Religiosa de 1980 en su artículo 2, recoge el contenido del derecho a la libertad religiosa en su dimensión individual así como colectiva.

La libertad religiosa es por lo tanto un derecho fundamental reconocido. Ahora bien, el reconocimiento constituye un primer paso pero resulta insuficiente. En sociedades cada vez más diversas como es el caso de Euskadi hoy, es necesario crear condiciones para su ejercicio efectivo teniendo en cuenta la pluralidad de sus manifestaciones externas y las necesidades específicas derivadas de tal pluralidad, tanto en la vertiente individual como colectiva. Tal misión incumbe en gran medida a lo poderes públicos quienes deben velar por incorporar esta diversidad en las políticas, instituciones y servicios bajo su responsabilidad, realizando las adecuaciones necesarias para a la vez garantizar la igualdad de trato y plasmar los compromisos a favor de la convivencia en la diversidad. La gestión positiva de la diversidad religiosa implica también propiciar dinámicas colaborativas que posibiliten la conciliación de las diferentes necesidades de la ciudadanía, a través de la información, la participación y el dialogo.

El informe y el Anteproyecto de ley presentados el pasado mes de marzo establecen el inicio de una dinámica encaminada en esa dirección.

Los textos integrales se pueden consultar en la Web de la Fundación Ellacuria.

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